La venta del Sevilla, al descubierto

La venta del Sevilla, al descubierto
- Alejandro Sáez
Alejandro SáezAlejandro Sáez 15 min lectura
La proximidad de la Junta General de Accionistas del Sevilla FC, que se celebrará este lunes 10 de diciembre,  ha recrudecido la guerra accionarial que lleva meses jugándose en las entrañas del Ramón Sánchez-Pizjuán, donde las dos grandes facciones, la encabezada por el actual presidente José Castro y la liderada por el exmandamás José María del Nido, han acelerado sus esfuerzos por aglutinar el mayor número de acciones posibles y controlar el porcentaje mayoritario del capital social, lo que le asegura el control de la entidad. Unos movimientos especulativos que no han hecho más que potenciar los cantos de sirena de la posible entrada de capital extranjero en Nervión, lo que, por otro lado, niegan públicamente todos los grandes accionistas del club.

La Asociación de Pequeños Accionistas del Sevilla FC fue la primera en intentar arrojar algo de luz al asunto, haciendo pública la existencia de la sociedad ‘Sevillistas Unidos 2020 SL’, que, ante el clima que se viene viviendo en torno a Nervión, se preguntaban si podría haber sido creada con la intención de ir adquiriendo la titularidad de acciones del Sevilla FC, así como la posibilidad de que alguno de los grandes accionistas de la entidad pudiera estar detrás de ella. ESTADIO Deportivo, por su parte, ha intentado esclarecer qué es lo que verdaderamente se cuece tras la desmesurada compra-venta de acciones del club, una labor que no ha resultado nada sencilla. 

Sevillistas Unidos 2020
En primer lugar, nos centramos en la citada sociedad ‘Sevillistas Unidos 2020’, la cual inicia su actividad el pasado 31 de enero de 2018 bajo el nombre de ‘Global Kengai SL’, la cual, en febrero, es inscrita en el Registro Mercantil con carácter de sociedad unipersonal, siendo el titular jurídico de las participaciones la consultoría Latorre y Asociados y nombrado administrador único a Antonio Santiago Pérez. Tras indagar al respecto, contactamos con la citada consultoría con la intención de poder hablar con Santiago Pérez.

El filtro de su secretaria, como posteriormente comprobaríamos que siempre ocurre, evita el contacto directo. Eso, sin embargo, no evitaría que nos lleváramos la primera sorpresa. Y es que la presencia de Santiago Pérez como administrador del germen de ‘Sevillistas Unidos’ no es nada relevante, pues Latorre y Asociados es una consultoría que, precisamente, se dedica a ello: crear sociedades (todas se llaman Global...), subirlas a su stock y, posteriormente, venderlas a otros clientes. Una práctica legal que, ante nuestra sorpresa, explican como algo muy habitual hoy día, a la vez que se aferran al secreto profesional para no dar más argumentos. ¿Por qué comprar a un tercero una sociedad ya creada en lugar de formarla tú desde cero? Una risa socarrona argumentando que es muy fructífero para los clientes es la única respuesta que nos dan. Más tarde, eso sí, todo cobrará mucho sentido.

Tras ello, nos centramos en ‘Nutmeg Acquisition LLC’, sociedad que el 26 de abril de 2018 se convierte en el titular de las acciones de ‘Global Kengai’. Es decir, una segunda sociedad adquiere a la primera, y aquí es donde todo comienza a tomar forma. La citada Nutmeg aparece registrada en Delaware (Estados Unidos), un estado considerado paraíso fiscal, con jurisdicción ‘offshore’ donde las empresas LLC deben ser constituidas por ciudadanos no estadounidenses ni residentes permanentes; una sociedad totalmente opaca en la que es imposible conocer a sus administradores, ya que en las LLC no es necesario que se reflejen los mismos. ¿Lo entienden? Una empresa totalmente anónima se convierte en propietaria de otra que ha sido creada por una consultoría que se dedica a crear y vender sociedades. ¡Bingo! Bajo la fórmula empleada evitas que nadie pueda conocer quién está detrás de ella, siendo sus propietarios auténticos fantasmas ante los ojos de cualquiera. 

El asunto va cogiendo miga, pero hay mucho más. En junio de 2018 es cuando se produce la modificación más importante, la del último nombre, pasando de ‘Global Kengai’ a ‘Sevillistas Unidos 2020’, lo que hace una clara alusión al Sevilla FC. Todo ello, no sin pasar en mayo por una denominación intermedia: ‘Triple Siete adquisiciones’, cuyo apoderado solidario es Andrés Blázquez Ceballos. En junio, ya bajo el nombre de ‘Sevillistas Unidos 2020’, se incorporan tres nuevos apoderados: Pablo González Espejo García, Sara García Vázquez y Marta Giner Vincueira. ¡Tenemos una nueva pista! Los nuevos apoderados trabajan para Uría Menéndez, un bufete iberoamericano de abogados que cuenta con casi 600 abogados repartidos en 16 oficinas situadas en las más importantes plazas financieras de Europa, América y Asia.

Tiramos del hilo y, como ya ocurrió con anterioridad, nos topamos nuevamente con el filtro de sus secretarias. Nos identificamos como periodistas y, al plantear el asunto, chocamos con un muro de excusas y la eterna promesa de que nos devolverán la llamada. Horas más tarde (muchas), y ya sin confianza de que ello ocurra, suena el teléfono. Un portavoz de Uría Menéndez se pone a nuestra disposición, aunque apoyado constantemente en el secreto profesional. Explica, en resumidas cuentas, que sus abogados sólo desempeñan su trabajo y que nada tienen que ver con la sociedad en cuestión. Tan sólo disponen de un poder para elevar a escritura pública los asuntos de la misma, sin capacidad de voto ni ningún tipo de decisión al respecto. Argumenta, también, que se trata de algo muy habitual, en base a la ley; una práctica que suele llevarse a cabo con entidades extranjeras, como es el caso. La pregunta ahora, lógicamente, es: ¿Quién o quiénes son los propietarios que han facilitado ese poder a los letrados de Uría Menéndez? Secreto profesional, responden. 

Tras una semana de trabajo, seguimos estando como al principio: los propietarios de ‘Sevillistas Unidos 2020’ son auténticos fantasmas que, eso sí, han puesto todo su empeño en mantener su anonimato. ¿Qué intentan esconder? Comienza a aparecer el desánimo. Horas de trabajo y un sinfín de llamadas han quedado prácticamente en nada, pero en ese momento la investigación toma otra vía. 

La venta, en la calle
Llega un chivatazo a la redacción, otro hilo del que tirar: son muchos pequeños accionistas los que están vendiendo sus acciones a más de mil euros por título. Nos hablan de Del Nido, de Castro, de un grupo americano... La venta está en la calle, en el boca a boca; un par de teléfonos pasan de mano en mano entre accionistas interesados en vender y en pocas horas tienen el dinero en el bolsillo. Nos hacemos con ellos y nos ponemos en contacto. Ante las dificultades encontradas para obtener información como periodistas, nos hacemos pasar por pequeños accionistas interesados en vender un pequeño paquete familiar de cinco acciones: las puertas, ahora sí, se nos abren de par en par. 

El socio de Castro
Llamamos a uno de los teléfonos. “¿Cuántas (acciones) tienes?”, es la primera y casi única pregunta. Nos dan 1.200 euros por acción si nos sumamos a una venta que se producirá horas más tarde; concretamente el pasado martes 4 de diciembre. 25 acciones al precio de 1.200 euros cada una. Nos quieren dar cita, la operación se realizaría en el estadio y el pago (6.000 euros de las supuestas cinco acciones que tenemos) se formalizaría el día 10, el mismo en el que se celebra la junta. Obviamente, no disponemos de esas acciones, por lo que mostramos duda y hacemos algunas preguntas.

El interlocutor solo muestra su nombre de pila, se resiste a dar su apellido y recuerda los 1.200 euros por acción. Explica que es socio del presidente Castro y que acaba de adquirir 5.000 acciones del Sevilla FC; es decir, aproximadamente un 5% del capital social del club. Avisa, también, de que ese precio de compra es sólo si se realiza antes de la junta del día 10, que ya han alcanzado lo que necesitaban y que tras la junta, de seguir comprando, será por un precio muy inferior. Alude, también, al miedo del inversor extranjero, exponiendo que se han visto obligados a ello, al contar “los otros” con un grupo de riesgo al que vender sus acciones.

El testimonio coincide plenamente con lo expuesto por los pequeños accionistas que nos ponen tras la pista: una llamada, una cita en el club. Castro los recibe, firman un documento en el que apenas aparecen datos y que el presidente visa, pasándose a cobrar el importe días más tarde bien en las oficinas del club o en una inmobiliaria próxima, propiedad del utrerano. 

Del Nido, el gran derrotado
Como no podía ser de otra forma, otra de las puertas a llamar es la de José María del Nido. El expresidente, tras cumplir con la justicia por sus problemas legales con Marbella, ha dejado patente su deseo de volver a tomar el poder del Sevilla FC, algo que como ha podido comprobar este diario es a día de hoy totalmente imposible. “Le ha salido el tiro por la culata”, nos aseguran desde su entorno, reconociendo que el abogado hispalense, quien también ha estado comprando acciones, apenas roza junto a sus afines el 34% del capital social.

El objetivo, aseguran a ED desde la familia, no era otro que el de hacerse nuevamente con el poder de la entidad, quedándole ahora, sólo, aferrarse al derecho de las minorías para tener una representación acorde a su paquete e intentar hacer la guerra desde dentro. Sorprendentemente, es el gran perdedor, habiéndose quedado atrás en la compra de acciones ante el grupo que lidera Castro, junto a Guijarro, Alés y Carrión, quienes partirían desde el 40% del capital social. Algo que, aseguran sus contrarios, ha sido posible gracias a mucho dinero prestado por un grupo extraño. ¿Sevillistas Unidos 2020?

La vía americana
Otro de los teléfonos que nos facilitan nos pone en contacto con un supuesto grupo inversor americano. ¿Existe realmente ese ‘lobo’ americano del que todos hablan en la calle? Sí, y está muy vivo. Nuevamente un nombre de pila y algo más de mil euros por acción, en función del paquete. Tras diversas preguntas conseguimos que nuestro interlocutor se identifique como un representante de un grupo inversor americano que lleva tiempo intentando comprar, sin suerte, el Sevilla y del que ya ha adquirido muchas acciones. Quiere vernos, concertamos una cita.  Quedamos en las inmediaciones del Sánchez-Pizjuán; se trata de un viejo conocido del mundo del fútbol en la capital hispalense, con contactos; algo así como un conseguidor que busca a pequeños accionistas para un bufete de abogados que trabaja para los americanos. ¿Será alguno de los relacionados con ‘Sevillistas Unidos 2020’?

Le cuesta soltar datos, se centra en la venta y nos ofrece algo menos de mil euros por acción; es un paquete muy pequeño, se excusa. Pese a ello, nos ganamos poco a poco su confianza: están como locos por entrar en el fútbol español, llevan siete años intentando comprar el Sevilla... ¿El inconveniente? Los grandes accionistas no se ponen de acuerdo. Todos quieren seguir formando parte del club tras la venta. ¿Pero quién es ese grupo inversor? Lo conseguimos: los mismos que han entrado en el accionariado del Leeds United.

Es decir, Paraag Marathe, presidente de los San Francisco 49ers de la NFL. ¿Están ellos detrás de ‘Sevillistas Unidos 2020’? Nuestro interlocutor niega constantemente cualquier relación con los actuales grandes accionistas, pero emplaza la venta de ‘nuestras’ acciones al Sánchez-Pizjuán; para sindicar, dice. Las últimas que compraron, 70, fueron así. ¿Extraño, verdad? Ante nuestras insistentes preguntas, relacionándolo con Castro, se desdice y da la cita por acabada... 

No cabe duda. El Sevilla está en manos del mejor postor y el capital extranjero ya ha comenzado a entrar. Nervión se prepara para la gran venta.
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